22 octubre 2023

¿Cómo empezó todo? Israel y Palestina

La LLave para entender el conflicto:

 

Fuente

El líder palestino que apoyó a los nazis: historia y olvido del gran muftí de Jerusalén

Combatió en la Primera Guerra Mundial, lideró la resistencia contra la colonización británica de Palestina y fue un movilizador de masas aliado del fascismo. Pocas figuras son tan polémicas y hablan tanto de la historia de Europa y el mundo árabe en la primera mitad del siglo XX como Mohamed Amín al Huseini.
El líder palestino que apoyó a los nazis: historia y olvido del gran muftí de Jerusalén
 El Gran Mufti de Jerusalén con los Voluntarios de las Waffen SS de Bosnia. Fuente: Wikimedia

 Escucha este artículo

Nacido en una prestigiosa familia de Jerusalén en 1895, la vida de Mohamed Amín al Huseini se aceleró muy pronto. Después de combatir en la Primera Guerra Mundial, se unió a la rebelión árabe impulsada por el espía británico Lawrence de Arabia contra el Imperio otomano, donde Al Huseini demostró sus habilidades de líder de masas. Sin embargo, pronto pasó de colaborar con el Reino Unido a oponerse a su presencia colonial en Palestina, convirtiéndose en una pesadilla para Londres.

El enfrentamiento de Al Huseini contra los británicos lo desencadenó la Declaración Balfour de 1917, por la que el Reino Unido le había prometido al movimiento sionista apoyar la construcción de un hogar nacional para el pueblo judío en la Palestina histórica. Cuando volvió a Jerusalén, Al Huseini inició su carrera como activista político antisionista y panarabista en contra de la colonización, lo que le llevaría a participar en la resistencia contra la presencia británica en Palestina hasta el extremo de aliarse con la Alemania nazi.

El muftí, un aliado del fascismo en Oriente Próximo

La ruptura con el Reino Unido llegaría en 1936. Junto a otros líderes políticos, Huseini se unió al levantamiento contra el Mandato británico de Palestina. Los británicos habían intentado cooptarle y calmar los ánimos locales al nombrarle gran muftí de Jerusalén, la mayor autoridad legal islámica de la ciudad, en 1923. Huseini jugó entonces sus cartas de forma pragmática, buscando concesiones de la autoridad colonial para frenar la inmigración judía a Tierra Santa. Pero ya en 1928 participó en las primeras revueltas antisionistas, y la orden británica de su arresto en 1937 le llevó a huir a Irak, otro territorio aún bajo órbita británica.

Fue allí, a partir de 1939 y con la Segunda Guerra Mundial ya declarada, donde Al Huseini contactó con las potencias del Eje mientras mantenía la resistencia contra el Reino Unido. Creó alianzas con movimientos fascistas, fomentó su propaganda y sabotajes contra intereses británicos en la región, y estableció contactos con diplomáticos alemanes e italianos para que apoyaran el nacionalismo árabe. También fue aliado del primer ministro iraquí, el nacionalista y pronazi Rashid Alí al Gailani, promotor de  un grupo fascista panárabe imitador de las Juventudes Hitlerianas. Este grupo llevaría a cabo el progromo contra judíos de Bagdad en 1941, el primer linchamiento de ese tipo en el país en más de cien años. Todo ello hizo a Al Huseini objetivo de al menos un intento de asesinato.

Pero su cercanía con el fascismo no era tan extraña. Muchos nacionalistas árabes se aliaron a las potencias del Eje por su común oposición al Reino Unido, los judíos y los socialistas y comunistas. Movimientos de resistencia de territorios colonizados o pertenecientes a minorías, desde Bosnia a la India pasando por Asia Central y el mundo árabe, musulmanes de todo el mundo se aliaron con el fascismo en contra de sus opresores. De hecho, facciones del propio movimiento sionista como Leji apoyaron a los nazis contra los británicos en Palestina a cambio de que facilitaran la huida de judíos a Tierra Santa.

Esta alianza, sin embargo, contaminó al nacionalismo árabe, que cargó sus discursos con las mismas ideas y prácticas antisemitas promulgadas por Hitler y Mussolini. En una región donde las comunidades judías habían convivido con mucha más armonía que en Europa, el cambio fue radical y a la larga alimentaría el discurso nacionalista del futuro Estado de Israel.

De entrevistarse con Hitler a luchar en los Balcanes

El destino de Al Huseini dio un giro en 1941. Tuvo que huir a Alemania tras un intento de golpe de Estado en Irak. Pero viajaba con un objetivo en mente: asegurar que las potencias del Eje aceptaran un Estado federal árabe que abarcara el Levante e Irak con él como líder. Una especie de Declaración Balfour alemana para los árabes. A cambio, Al Huseini organizaría una movilización a favor de las potencias del Eje en la zona. Hitler consideraba inferiores a los árabes, pero Alemania e Italia estaban penetrando en los Balcanes y el norte de África rumbo a Oriente Próximo, por lo que percibieron al islam como una herramienta útil en su expansión.

(Botón derecho del ratón y abrir en nueva pestaña)

Al Huseini se reunió con Mussolini y Hitler, colaboró con la Gestapo y las SS, y terminó involucrado en la guerra en Europa. Sin embargo, los nazis no pensaban comprometerse. Con las tropas alemanas ya a las puertas de Moscú, los nazis estaban confiados en la victoria y no creían que necesitaran a los árabes. Además, aunque a Hitler le interesaba el poder de movilización del muftí en el mundo musulmán, no quería otorgar a terceros los territorios coloniales de franceses y británicos. Temía provocar resistencias locales o crear conflictos con la Francia de Vichy. Al Huseini consideraba que una declaración del führer movilizaría al mundo árabe, e incluso se ofreció a organizar una legión de combatientes. Sin embargo, Hitler solo reafirmó su compromiso con destruir el eje judeo-comunista, asegurar la liberación árabe una vez las tropas alemanas atravesaran el Cáucaso y permitir que Al Huseini dirigiera las operaciones en la región.

El muftí no consiguió lo que quería, pero mantuvo su apoyo al Eje. Se encargó del reclutamiento de una compañía especial de las SS formada por musulmanes bosnios, que protagonizó varias masacres contra judíos y serbios en los Balcanes. Además, se esforzó por desincentivar todo intento de enviar judíos del este de Europa a Palestina, lo que en muchos casos les condenó a las cámaras de gas. Este oscuro capítulo le valdría a Al Huseini que décadas después el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu le culpara de idear el Holocausto, algo que sin embargo desmienten las fuentes históricas y el propio el Gobierno alemán. Su legado también ha provocado que se acuse al movimiento de resistencia palestina de antisemita.

Exilio y caída de Al Huseini

Tras la guerra, Al Huseini terminó en arresto domiciliario en París, pero consiguió protección de Francia a cambio de defender sus intereses en el mundo árabe frente a los británicos. En 1945 llegó a El Cairo con asilo político. Desde allí participaría en las actividades de resistencia contra el establecimiento del Estado de Israel y la partición de Palestina, y se integraría en el Gobierno palestino en el exilio.

(Botón derecho del ratón y abrir en nueva pestaña)

Tras la Nakba, el éxodo árabe generado por la fundación de Israel en 1948, Al Huseini permaneció en Egipto. Sin embargo, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser disolvió el Gobierno palestino en 1959 y el muftí tuvo que huir a Beirut, donde falleció en 1974. Israel ya había conquistado Jerusalén siete años antes, en la guerra de los Seis Días, lo que truncó la voluntad del religioso de ser enterrado en la ciudad. Desde entonces, la historia ocultó la figura de Mohamed Amín al Huseini, envuelta en la vergüenza palestina de que uno de sus líderes se hubiera aliado con el fascismo.

Daniel Rosselló

Palma de Mallorca, 1992. Graduado en Relaciones Internacionales. Másteres de especialización en el mundo árabe e islámico y en comercio internacional. Me gustan las minorías, los grupos insurgentes y los movimientos revolucionarios. Actualmente asentado en Egipto.

P.S.: Una nota que encontré para limar la postura actual de Israel

También encontré. Este otro mapa.

Y todavía este:

“La lección de historia gratuita de esta noche. Los judíos son de Israel (o de lo que algunos de ustedes llaman ahora Palestina, Jordania y Líbano). Antes de que el cristianismo o el Islam fueran religiones, los judíos vivían y gobernaban la tierra. Los judíos no son colonizadores ni europeos, son un grupo indígena de la tierra de Israel. Con el tiempo, los judíos fueron colonizados y expulsados ​​de su tierra natal y despojados de sus propiedades.”

El mapa debería ser:

Nota sobre el actual conflicto:



Copyright 2019. All rights reserved.

Publicado 22 octubre, 2023 por Adunti in category "Literaturas

Sobre el Autor

Adunti

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.