(Del aborto desde la poesía)
Suele obrar mi atención de modo que se dispersa,
ni natural, ni por largo tiempo prolongada,
se dilata como trozo de mantequilla y se expande,
más allá del límite de lo sólido.
Así es costumbre, que ésta, mi atención y la otra
mi fortuna, se igualen hasta la nada y se solapen
indistintas en un abrazo fatal, que me priva de
la lectura mesurada y aquilatada, en todo gusto
lector.
No me sucedió con éste poema que les vengo a relatar
así que sin más les dejo su cuerpo, sus entrañas,
para que las doten de vida.
Yo tras ellas, recuperé un poco de mi antigua
costumbre de ser, quizá, no mucha, pero sí la necesaria.
”
De tanto en tanto, la muerte y yo somos uno,
comemos el pan duro, de la misma rebanada,
bebemos el vino barato de la misma botella,
y es mi amiga de toda la vida, en días tristes.
De tanto en tanto, mi muerte, viene a casa, y
se hace presente cuando estoy sólo, pensando…
Entonces hablamos con tranquilidad de lo que
pasa en el mundo y de las mujeres que conocí,
algunas se las llevó muy jóvenes la muy cruel.
De tanto en tanto, nada más de tanto en tanto,
es la muerte la que escribe éstas cosas por mi,
y me las lee, mientras yo hago de muerte, y la
escucho en silencio, que es tal como yo quiero
que me escuche ella, cuando yo le leo poemas.
De tanto en tanto-ya lo dije-la muerte, ella y yo,
somos uno, el tiempo se desvanece lento, niebla
que escampa a la orilla del mar, y compartimos
esto la muerte y yo, sin hacer aspavientos tristes,
con dignidad, que diríamos para entendernos…
Después las cosas vuelven al mismo sitio, y yo
sigo viviendo, y ella matando, a discreción…
”
Guarde el tiempo a su autor y traductor, la vida,
que nos resulta, tan a menudo, muy escasa.
(Del aborto desde el derecho y la razón)
El aborto es un drama:
Un niño no es un
objeto
de derecho sino un
sujeto
de derecho, no tenemos derecho a él, es algo que sucede con la vida. Del mismo modo que sucede la libertad y por el mismo modo que se mantiene y desaparece, cuando alguien la violenta.
La ley que no entro en vigor, no era perfecta, pero hay que proteger la vida, dentro de los límites de lo posible, salvando tantas cuantas más mejor.
Yo estoy en éstos supuestos, a favor, de una medida inmedita de contracepción: Malformaciones o peligro para la madre, o violación. Entonces sí debería aplicarse un contraceptivo inmediato, siguiendo en este caso siempre el deseo de la madre.
Ante todo la mejor medida, para evitar, éstos terribles casos, son la educación en libertad, pero en compromiso de responsabilidad.
También hay que destacar la adopción, como una medida que separan al sujeto y parte (niño y madre) de una situación no deseada.
Aunque venido al mundo un hijo, rarísima es la madre que lo rechaza, por eso argumentarían, las mujeres que tienen un profundo pudor, como es lógico, sobre el propio control de su vida, y la toma de decisiones en ella. Es esto, lo que a una mujer, no madre, le hace pensar que el aborto es una salida, pero es un trago muy duro, y que un cierto “egoísmo” final no se sostiene habiendo soluciones como la adopción.
El aborto no es una enfermedad, es la interrupción de la gestación de una vida humana, y como tal, en la primera como en la última semana, deberían producir el mismo rechazo, ya que es nuestra capacidad de “ver más allá”, lo que nos hace seres supuestamente evolucionados y nos arroja certeza sobre éste hecho de forma meridiana: estaremos hablando siempre de la gestación de una vida humana.
No pretendo molestar a nadie, con mi parecer sobre éste asunto, pero sí despertar alguna conciencia dormida del abismo de ingratitud hacia éste don, tan escaso que llamamos vida.
Un niño no es una amenaza para la madre, es un presente, que con gracia y felicidad, colman más allá de lo racional, cuando sucede que nos visita la vida.
Respecto a que por mala información, temores infundados, y desconocimiento, una madre pueda tener miedo a ser una madre preparada; la vida, no se nos da para ser perfectos, sino felices. Y todas las madres inician este camino con los mismos obstáculos en realidad. Si lo queremos ver de esta manera. Solamente una persona amedrentada por una conciencia social dispersa y maniquea, que termina viendo en la interrupción de la gestación un proceso tan natural, como abrir o cerrar un grifo. Solo desde la frivolidad se puede entender que la vida, es una opción, y no un derecho, y la libertad, es la manera en que escogemos acompañarla una vez nos mira a los ojos y nos sonríe.
Sí, nos sonríe y nos sonreirá.
¿Cuántos españoles que hubieran podido no nacer, de no aplicarse una ley encontrarías en tu vida?: Muchos.
Y la vida, que es plena en libertad, y alegría, no te los señalará pero estarán ahí y tu lucha, porque si estás de acuerdo, debes luchar, secretamente te sonreirá allá donde quiera que te encuentres.
Por último, hay que destacar, que el hecho de que una persona lleve su vida al extremo de ponerla en riesgo, nos da evidencia de la determinación en el cumplimiento de ese objetivo, no de la licitud del objetivo mismo.
Y si con ésta súplica, que no panegírico, no he conseguido ablandar tu corazón, te dejo ésta frase, con la que trato de explicar que proteger la vida siempre merece la pena:
Recuerda que todo lo que hoy te preocupa, cabrá mañana en una sonrisa:
: )